Mujer hoy:
Por: Eleana Endara Borja
Que lejos estamos de poder generalizar a la mujer de hoy con los versos de Victor Hugo, cuando decía: “El hombre está colocado en donde termina la tierra; y la mujer donde comienza el cielo”.
Y es que la mujer actual que nos quieren vender las feministas, es producto de una serie de ideas y malformaciones del feminismo radical de los años 60- 70 que por la “ley del péndulo” pasó al extremo opuesto, en una suerte de revancha para anular el estado patriarcal en que habían vivido hasta ese entonces, y produjeron unos cuantos planteamientos que son ahora parte de las injustas y criminales leyes en contra de la vida y la familia, que dieron como resultado la legalización del Aborto en muchos países del mundo, lo cual implica la más aberrante realidad: “que el útero materno ahora sea uno de los lugares más peligrosos para un bebe”.
Todo esto es un plan macabro, cuyo fondo final es la eliminación de Dios de la vida del hombre, y convertirlo a su vez en dios al hombre. Para esto había que eliminar la maternidad, con ello la familia, con la familia la religión, y entonces como decía Ivan Karamazov: “Si Dios no existe, todo está permitido”.
Mujer actual, tú niña, adolescente, joven, señora ama de casa, profesional, mujer consagrada, a todas las mujeres del mundo me dirijo, para que recuperemos nuestra dignidad de “mujer hija de Dios, creada a su imagen y semejanza” portadora de vida. Sin las mujeres, la especie humana desaparecería, sin nosotras, el universo perdería el corazón, ¿porque querer competir con el hombre? No somos iguales, somos complementarias, ni ellos pueden hacer nuestro papel, ni nosotros el de ellos, solo unidos podemos dar ese fruto que Dios concibió en su plan divino de la creación.
Tú mamá, no permitas que tu hija se sexualice desde la infancia, poniendo a una niñita un bikini que no quiere ponerse, le estás con esto, enseñando a menospreciar el pudor innato en toda persona, luego no nos quejemos por las jóvenes con un despertar sexual anticipado, las relaciones antes del matrimonio, la poca importancia por la pureza y castidad.
Chicas, ustedes son muy valiosas, y no por tener medidas 90-60-90 sino porque son hijas de un Dios Padre que las ama, y que las dotó del don maravilloso de la feminidad, para que “en el mañana” puedan ser formadoras de familias dignas, sanas, fuertes, con anhelos de trascendencia.
Ser mujer es muy hermoso, no nos hagamos “hombrunas”, podemos hacer todo lo que hacen los hombres, pero desde nuestra feminidad, no queramos confundir los roles. Los hombres también pueden hacer “casi todo” lo que hacemos las mujeres, pero desde su propio campo, el masculino, riámonos de la ideología de género, Dios hace las cosas perfectas, y somos nosotros los que queremos trastocarlo todo enseñándole a Dios ideas nuevas. El rey del engaño y la confusión es el demonio, y él nunca se va a presentar como un monstruo horrible con cacho y rabo, él se presenta con las nuevas ideas de feminismo del siglo XXI, de tergiversación de roles en el varón, creando a hombres inútiles, seres que nunca podrán por si solos traer al mundo una nueva vida por más adelantos científicos, in vitro, vientres de alquiler, NUNCA lograrán concebir un hijo dos hombres, esa maravilla la reservó Dios para el acto de amor más hermoso entre un hombre y una mujer.
Mujer tu imagen a seguir es María, aquella niña de Nazareth que por ser la “llena de Gracia” fue escogida para ser la Madre del propio Dios. A ella miremos, no a “Lady Gaga, Hannah Montana” no a ninguna diva de la música o el cine, mira más allá de tu nariz, tu ideal debe ser mucho más alto, por eso alza tus ojos al cielo, no te quemes con cosas que no vas a llevar a la vida eterna. La elección es tuya.