Por: Eleana Endara
www.casadelavida.org
Durante todo este tiempo de Adviento, como todos los años nos hemos juntado un grupo de amigos para vivir cristianamente la espera de la Navidad, y como todos los años nos hacemos la misma pregunta, ¿en qué momento de nuestra vida, dejamos que el mundo nos robara la Navidad y la convirtiera en un evento comercial en consumismo imparable, en infinidad de reuniones sociales que solo sirven para el engorde de los asistentes, donde se intercambian regalos, que muchas veces son criticados si no cumplen las expectativas del “amigo (a) secreto (a), donde se derrocha lujos se compite por tener la mejor casa arreglada, y en otros casos se convierte en una depresión que destroza por dentro, llena de recuerdos que han herido, de pérdidas sufridas no asimiladas, de rencores no perdonados, etc. Así para muchos pasan las 4 últimas semanas previas a la Navidad.
El Evangelio según San Juan (1-11), nos dice ya esto como profecía de todos los tiempos, “VINO A ELLOS Y ELLOS NO LO CONOCIERON” la misma que cada año vuelve a ser vigente, y como este tiempo es momento de reflexión de entrar en mi yo más profundo, he querido compartir algunas pautas para que cada uno analice con mucha profundidad, ¿en qué momento se dejó usted robar la Navidad?.
Para comenzar preguntémonos, si soy creyente, cristiano, y católico, ¿Qué puesto ocupa Dios en mi vida, ¿es un Ser que solo nos sirve para apagar los incendios de la vida personal y luego lo olvidamos? O ¿es el centro de nuestra vida? Si estamos en esta segunda opción, preguntémonos ¿Qué estoy haciendo yo para que el resto de la gente conozca esta maravilla que yo he encontrado? Como dice la Sagradas Escrituras, aquella mujer que encontró la perla y vendió todo para obtenerla, porque era un tesoro incalculable.
¿Cómo practico yo las virtudes? Las virtudes son caminos para amar lo bueno y aborrecer lo malo, y para amar algo hay que conocerlo. Sigamos con las preguntas: ¿conozco cuáles son las virtudes?, ¿me he formado en ellas? Aquí está la esencia misma de toda la problemática del hombre actual, Santo Tomás de Aquino, nos dice que debemos aprender lo que realmente es bueno, y odiar el verdadero mal, si nos formáramos en esto cambiaría nuestra existencia, pues las virtudes derrotarían a su opuesto “los vicios” y al cambiar “yo” cambia mi familia, cambia mi entorno, mi país, cambia el mundo.
Agradezco a este espacio que me da la oportunidad de trasmitir todo esto que es un universo infinito de conocimientos que todos debemos adquirir, de esa manera podremos ubicarnos en el contexto del porque vinimos a este mundo, y hacia dónde vamos. Es tan importante que nuestros niños aprendan a conocer a Dios como Padre, que sepan que la Navidad es Jesús, que no es Papá Noel a quien deben esperar en noche buena, pues el Dueño y Señor de la Navidad es Jesús. Por favor papás nuestros hijos necesitan de esa formación que solo ustedes, no la empleada doméstica, no los colegios puedan darles, si quieren formarse ingrese a páginas de formación probadas que si existen en internet, ejemplo: (www.catholic.net), (www.lacasadelavida.org), (www.ewtn.com), vincúlelos a movimientos o a programas de formación hay varios, uno de ellos es el Semillero de la Vida, donde usted y su hijo puede encontrar formación. Le aseguro que este sería el mejor regalo de Navidad que ustedes se puedan dar.
Que tengan una Feliz y cristiana Navidad.