MUJERES DE BLANCO' EN ROMA: «EL GRITO DE LAS MUJERES QUE BUSCA DEFENDER LA VIDA DE LOS CHILENOS POR NACER

Juanjo Romero, el 4.06.15

Cuando en Chile siguen las discusiones, en la Comisión de Salud, sobre la ley de aborto, el grito de las Mujeres de Blanco llega a Roma, con su ruego por la vida, en el marco de la visita de la presidenta Bachelet al Papa Francisco.

Las Mujeres de Blanco aparecieron en las calles de Santiago de Chile, por primera vez, el 19 de marzo, frente al palacio de la Moneda. De ahí en adelante, el grito feroz de las mujeres chilenas para salvar a los niños por nacer no se ha detenido más. De manera espontánea, se han ido juntando en diversos puntos de Chile para defender a sus compatriotas en el vientre de sus madres. Mañana estarán en la Plaza de San Pedro, coincidiendo con la visita de la presidenta Bachelet.

Muchas de estas mujeres han abortado y traen en su corazón un testimonio de dolor, de sufrimiento y también de esperanza. Con su presencia, buscan demostrar que el aborto no es una verdadera opción. El aborto las destruyó. Y después, ellas, con mucho esfuerzo, y con un trabajo interior potente de perdón y de amor, han logrado salir adelante. El aborto, bien lo saben ellas, mata al niño y mata también el corazón de la madre, y por eso se levantan para evitar la ley.

He tenido la oportunidad de entrevistar a María Paz Vial, organizadora de las Mujeres de Blanco en las vísperas del acto que realizarán en la Plaza de San Pedro. Chile no estará representada únicamente por Bachelet, también por todas esas mujeres que son un orgullo para el mundo.

María Paz, llevan ustedes desde el 19 de marzo movilizándose, ¿ha servido para algo?
Yo pienso que sí, que ha servido para despertar las conciencias muchísimas personas, porque realmente vivimos en una sociedad en la que creemos que todo lo podemos decidir y hay una ideología muy potente que nos dice que si somos a favor o en contra de la vida, si soy por la vida o en contra de la vida y esto es absolutamente ridículo. Es una soberbia enorme del hombre, la vida no me pregunta a mí, se da, es superior a mí. Eso el tema de la libertad me lo cuestiona.