Washington, DC, 22 de enero.- Bajo la intensa nevada miles de personas, hombres y mujeres, en su mayoría jóvenes, retaron al clima y recorrieron las calles desde el Monumento a Washington hasta la Suprema Corte para externar su rechazo al aborto.
Con la consigna “ser pro-vida es ser pro-mujer y ser pro-mujer es ser próvida”, los manifestantes reclamaron una vez más frenar el financiamiento a organizaciones que promueven el aborto con fondos públicos provenientes de los impuestos.
El 43 aniversario de la Resolución de la suprema Corte de Estados Unidos, sobre el caso Rode vs Wade, que legalizó el aborto en todo el país, coincidió con la reciente difusión de videos que muestran la creciente industria en que se ha convertido el aborto, y evidenciaron cómo Planned Parenthood ha hecho de esta práctica un negocio millonario vendiendo órganos de bebés abortados.
Los participantes aseguraron que más de 500 millones de dólares al año, provenientes de los impuestos recaudados, son canalizados a apoyar los abortos promovidos principalmente por Planned Parenthood.
“Los impuestos deben ser para proporcionar salud, para mejorar hospitales, para procurar bienestar de las personas, no para apoyar la realización de abortos”
El factor político no podía faltar, y los manifestantes lanzaron la advertencia a los precandidatos a la presidencia de Estados Unidos: “está en nuestras manos la decisión del próximo presidente; no más apoyo a políticos que favorecen la práctica del aborto y usan los recursos públicos, nuestros impuestos, para financia abortos en el país”.
El llamado entonces fue no votar por aspirantes que favorecen la práctica del aborto.
A pesar de estar legalizado el aborto en todo el país, diversos estados han establecido restricciones a la práctica: 30 estados prohíben el aborto en el último trimestre del embarazo; 17 estado piden que antes de practicarse un aborto la mujer reciba consejería y 34 entidades más exigen notificación a los padres o permiso en caso de tratarse de una menor de edad.
No hay guerra contra las mujeres, somos feministas pro-vida, rezaba el cartel de algunas jóvenes participantes. Exigieron protección a la mujer embarazada, pero también al no nacido. “queremos a los dos”, plantearon.
Esta marcha Pro-vida es más joven y más grande”, dijo Geanne Marcini, presidente de la Marcha Por la Vida y aseguró que el movimiento “se construye desde la raíz”, al referirse a los miles de jóvenes participantes.
La tormenta invernal Jonás, que se prevé sea histórica por la cantidad de nieve que traerá principalnete a la capital estadunidense, pero afectará al menos 15 estados de la Unión Americana no fue factor para detener la marcha.
En punto de las 11:45 am inició el rally con música, canciones y discursos en medio de aplausos, coros y ovaciones. En seguida los oradores y ya bajo la fuerte nevada inició la caminata que no se detuvo a pesar de los pronósticos, hasta llegar a la Corte Suprema en donde una decena de mujeres, manifestaron su arrepentimiento de haberse practicado un aborto, aún cuando en algunos casos el embarazo fue resultado de una violación.
Dejaron en claro que la mujer embarazada necesita apoyo, no acciones que atentan contra su salud y hasta contra su vida.
El aborto, dijeron, no es opción para la mujer.
Según el Instituto Alan Guttmacher, desde el dictamen de la Corte Suprema, hace 43 años, más de 56 millones de niños han sido abortados.