Raquel, Ángel y Effetha,
respuestas de la Iglesia Española para promover la vida
MADRID, 10 de abril de 2013 (Zenit.org) - El obispo de
Alcalá de Henares y presidente de la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de
la Conferencia Episcopal Española, ha presentado esta
mañana el Encuentro Internacional por la Vida que se celebrará este fin de
semana en la Universidad madrileña CEU San Pablo con el lema "La Iglesia
católica por la vida. Ofreciendo respuestas concretas". El encuentro, que
se sitúa dentro de la Semana por la Vida que organiza la Provincia Eclesiástica
de Madrid (Madrid, Alcalá de Henares y Getafe) con la colaboración de Human Life International
y la asociación Spei Mater,
recogerá las aportaciones de los profesionales que ya están trabajando a favor
de la vida en España y de las distintas experiencias diocesanas a través de
talleres y mesas redondas.
En una entrevista exclusiva con ZENIT el obispo Reig Pla ha
explicado cuáles son esas respuestas concretas que la Iglesia católica promueve
a favor de la vida. Nos ha contado que dentro de la Jornada por la Vida que inició
el papa Juan Pablo II y que en España se ha estado celebrando tradicionalmente,
se ha pensado extender a una Semana por la Vida. En esta Semana han introducido
el Encuentro Internacional en el que se quieren compartir las experiencias de
la Iglesia en Estados Unidos y tratar los temas sobre la amenaza contra la
vida, tanto naciente como terminal, y generar entre todos la cultura por la
vida.
Son tres proyectos concretos los que se quieren difundir para
construir la "cultura de la vida". El proyecto Raquel, acoge a mujeres
que han realizado un aborto o han sufrido el síndrome del post aborto. Este
proyecto, ha explicado el obispo, ya se está realizando en 14 diócesis de España.
Con esto no se quiere ofrecer sólo una respuesta de carácter psicológico, sino
abarcar la integridad de la persona y su entorno familiar.
El segundo proyecto que se conocerá como Ángel, realizará un
acompañamiento a mujeres que se encuentran desorientadas durante el embarazo y
se las ayudará para que no aborten. Esta iniciativa ya ha comenzado en la
diócesis de Alcalá gracias a voluntarios que se acercan a estas mujeres y les
ofrecen ayuda.
El tercer proyecto llevará el nombre de Effetha (ábrete) cuyo objetivo
es fomentar los movimientos provida en la pastoral de las parroquias,
promoviendo la formación en las distintas áreas de trabajo y orando por la
vida.
Ha asegurado que aunque estamos frente a una batalla que puede ser
muy larga confía en que vencerá la "cultura de la vida".
Sobre el paradigma cultural actual ha añadido que "no
favorece precisamente el respeto a la dignidad de la vida humana desde el
momento de la fecundación hasta la muerte natural". Al respecto ha citado
tres leyes que amenazan la vida humana en nuestro país: La Ley de Reproducción
Asistida y de Investigación con Embriones; la ley de Investigación Biomédica; y
la Ley orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria
del Embarazo.
Además, sobre ésta última ha precisado que al hablar de
"derecho al aborto" se utiliza un "lenguaje trampa" ya que
"habla de la interrupción del embarazo pero no se interrumpe nada sino que
se aborta la posibilidad" y "de derecho a decidir cuando lo que se
decide es la muerte de un inocente".
Ha resaltado que "una sociedad no se organiza para matar sino
para defender y proteger la vida. Queremos generar una cultura de la vida para
que los matrimonios puedan custodiar desde el amor a sus hijos, los enfermos
sean custodiados, los niños no sean maltratados, las mujeres no sean
maltratadas y desaparezca la lacra del terrorismo si es que queda algo".
Se ha detenido también para matizar un aspecto del que no se habla
con mucha frecuencia, el "síndrome posaborto". Al respecto ha
asegurado que muchas mujeres desarrollan este síndrome y que incluso acuden
personas con 70 años "que no se han podido quitar nunca ese
sufrimiento" o "chicas que han abortado siete, ocho y hasta diez
veces y que están destrozadas". Por eso, considera que "el gran
movimiento por la vida en España tiene que nacer de las mujeres".
El obispo ha afirmado que la Iglesia Católica "no se permite
entrar en juicio de personas" y que, cuando se trata de enjuiciar, siguen
las palabras de Jesús: 'No juzguéis y no seréis juzgados'. "Miramos
siempre a la persona con un cariño particular, siempre, sea quien sea esté en
la situación en que se encuentre", ha querido matizar.