LA RETROEXCAVADORA MARCA PDD



P. Paulino Toral

La Noticia: Las adolescentes ecuatorianas ya no tienen miedo a sus “terremotos sexuales”, porque el Gobierno y nuestra Asamblea les ofrece su servicio de retroexcavadoras importadas de los EEUU, marca PDD. Los chicos ecuatorianos están felices con la medida del Gobierno, porque – dice Pepo Pépez, alumno
del Instituto Pro Machismo Latino – “Ciertamente, la medida es machista a más no poder (je,je,je) porque podremos usar a las manes, sin peligro para nosotros: Es la mujer la que se meten el cuerpo una carga brutal de química, y afronta todas las consecuencias (dicen que sangrados, posible esterilidad, trombosis
extravascular, cáncer de mama, de útero  y de hígado) y nosotros, los chicos, tranquilos. Además eso de que los papás no se enteren es bacansísimo: te acuestas con la pelaa y na´que ve...” Pepita Pépez, alumna de Institutito Degradación Femenina Ecuatoriana, comenta: “Estamos felices, porque la medida impulsa e incentiva nuestra promiscui-dad sexual. En mi barrio hemos creado un grupo llamado “La Promiscuidad Sexual Ya es de To-dos”. “Además  – dice Pepita Pépez – el Gobierno es inteligente: ha logrado que nuestros papis no puedan impedir que los funcionarios impulsen, estimulen y promuevan  nuestros terremotos sexuales sin que nuestros viejos puedan mover un dedo para impedirlos; porque nuestro derecho a co-rrompernos está por encima del derecho de nuestros padres de cuidarnos. Bacán”. Las PDD están siendo repartidas gratuitamente para que las chicas las tengan siempre consigo.  

El Dr. Digno Galeno, comenta: “Se logra el aborto en algunos casos, pero toda usuaria de la PDD sufrirá “inútilmente” las consecuencias secundarias de la PDD: Son sobradamente conocidos los efectos secundarios. ¿Cómo va a ser inocuo un medicamento que contiene 20 veces más dosis de progestágenos que los anovulatorios comunes? La química que se le proporciona a la mujer en 30 tomas, ahora se le mete a la niña en 2 pastillas: el “dúo dinámico”.  Lo de “dinámico”, porque es una verdadera dinamita en el delicado y sensible sistema reproductor de la adolescente”

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Lamentablemente, toda la discusión sobre la PDD se ha venido a centrar en si es o no abortiva; pensándose que si no es abortiva, se puede tomar; si es abortiva no se debe tomar. Pero la verdad es: Primero: Sí (ese í, con acento) es abortiva en el caso de que quien la tome ya haya engendrado vida. Segundo: Todas las chicas que toman la PDD lo hacen con intención abortiva, asegurándose el po-sible aborto. Tercero: La chica que vive responsablemente que la castidad ante Dios, su propio pre-sente y su propio destino, jamás tendrá que acudir a la retroexcavadora PDD”.

De todos modos…
Sobre el tema de la PDD hay una pregunta clave: ¿Cuándo comienza la vida humana? La Iglesia afirma con la Ciencia de hoy: La vida comienza en la concepción.  Pero esta afirmación no es un dogma religioso, aunque la Iglesia lo sostenga. Si el Papa dice que 1+1= 2, esta verdad es una ver-dad científico-matemática; y no pasa a ser una verdad religiosa porque el Papa la defienda. El que la vida comienza cuando se unen el óvulo y el espermatozoide es un hecho, constatado y sostenido por la Biología, concretamente por la Genética. Quien sostenga lo contrario no se las tiene que ver con la Religión, sino con la Ciencia. 

El Dr. Jerome Lejeune, descubridor del trisomía 21 o síndrome de Down, profesor de Genética de la Universidad de Paris: “En cuanto los 23 cromosomas del espermatozoide se encuentran con los 23 cromosomas el óvulo, toda la información necesaria y suficiente esta allí, reunida en el ADN (Ácido Desoxiribo Nucleíco) para determinar todas las cualidades de un nuevo ser humano. No se trata de una opinión, de un postulado moral o de una idea filosófica, sino de una verdad experimental. La fecundación in vitro – con la que no concuerdo, dijo Lejeune – lo ha demostrado: si antes, en la probeta, no es un ‘bebé’ ¿para qué, entonces, implantarlo en el útero? Si el ser humano no comienza con la fecundación, no comienza nunca. Ningún científico informado puede indicar un solo dato objetivo posterior a la constitución de un nuevo ADN como hecho del que dependa el inicio de una vida humana”. 

Por esto, si se quiere determinar indiscutiblemente la paternidad de alguien, es decir, su origen (¿quién es tal persona?), se acude, no al incierto momento de la implantación, sino al hecho incues-tionable de la fusión del ADN del padre y de la madre; porque la filiación no viene determinada por la anidación, sino por la fecundación. Nuestro origen no está en la anidación, sino en la fecunda-ción.   Por esto las policías y los ejércitos dependen hoy  del ADN para identificar a cada persona fallecida, a cada soldado muerto; no a las huellas digitales.  


Dice el Papa Juan Pablo II: “Bastaría la sola probabilidad de encontrarse ante una persona para justificar la más rotunda prohibición de cualquier intervención destinada a eliminar un embrión humano” (EV 59). ¡Nadie enterraría a una persona si hay una sola posibilidad de que esté viva! ¡Nadie mete una retroexcavadora en los escombros de un terremoto si sospecha que hay debajo un ser humanos vivo aprisionado!  La adolescente ecuatoriana sabe que una vez terminado su “terre-moto sexual” puede haber un hijo suyo bajo los “escombros”. Sabe que el momento de la fecunda-ción depende de si está o en sus días fértil,  o sea, si su óvulo ya está bajando desde sus ovarios. Sabe que la fecundación puede ocurrir desde el momento mismo de la relación hasta un plazo máximo de 72 horas… 

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Pepa Pépez se escapó anoche de casa y vivió con su “pelao” Pepo Pépez su terremoto sexual sema-nal… Sin “protección”: ni de la conciencia (evidente) ni la “otra” de látex (proporcionada por el Gobierno) “Estar poniéndosela – dicen Pepo y Pepa –  es trámite antipático. Además, para eso está la PDD: que ha de usarse cuando no se quiera o no se tenga “protección”.  Pepa Pépez piensa: 

-“¡Qué hago!  ¡No es que  tengo miedo a llegar a ser madre, sino que tengo pánico  de que yo ya sea madre...  Si soy madre, necesito matar a mi hijo… Necesito que alguien me ayude”

-“No te preocupes – le dice Funcio Onario Gobiernez  –: Si bajo los escombros de tu terremoto sexual de anoche hay un niño (ecuatoriano), lo matamos, y punto.  El Ministerio de Salud está al servicio de las niñas y de los niños (ecuatorianos): De las niñas, para que tengan acceso a la pro-miscuidad “segura”; de los niños (ex), les ofrecemos nuestro Servicio Funerario Químico Seguro: La PDD. Nosotros no somos partidarios del aborto, pero hemos de velar por el bien común de nuestro pueblo…”

Y el pueblo ecuatoriano (Irene Flores Estrella) dice: - “Soy madre de 3 hijos. Me siento muy afectada con que la PDD  se dé libremente  a nuestros niños (desde  12 años),  sin la autorización de  nosotros sus padres, responsables de nuestros hijos.  Esto va contra la familia y contra los valores morales que tratamos de enseñar a nuestros hijos. La píldora del día después  puede llegar a ser abortiva   y,  además,  provocará  el descontrol en los chicos  jóvenes inmaduros  provocando a futuro enfermedades venéreas  y   problemas para poder tener hijos a futuro. Además de los efectos secundarios peligrosos para nuestras niñas, al facilitar libremente el uso de esta pastilla  que la pueden adquirir sin permiso de nosotros sus padres ni control médico alguno” 

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La PDD puede ser analizada desde la perspectiva del 4°,5°,6°,7°,8° mandamientos; pero sobre todo desde el 1°: La Sexualidad Promiscua se las tendrá que ver con Dios. ¡Y eso es cosa seria, amigo…!