Décadas de políticas para reducir el número de personas en nuestro planeta han surtido efecto, y, por lo general, no es bueno, informan los autores de tres libros nuevos sobre demografía
WASHINGTON DC, 19 de abril (C-FAM) Los lobos rondan por las calles de las ciudades abandonadas. Solo quedan prostitutas para cuidar de los ancianos. La guerra es inminente. Es 2013 y la población mundial está envejeciendo.
Estas son solo algunas de las anécdotas alarmantes que se volvieron a contar en una conferencia la semana pasada. Décadas de políticas para reducir el número de personas en nuestro planeta han surtido efecto, y, por lo general, no es bueno, informan los autores de tres libros nuevos sobre demografía.
El mundo y el futuro serán más pobres a causa del mito de la superpoblación, dice uno de los autores, un científico.
El mundo ha generado más recursos que personas durante los últimos cien años. Aún así, persiste el mito de que está sobrepoblado, normalmente a modo de camuflaje seudo-científico para el racismo, afirma el dr. Robert Zubrin. Las políticas de población se utilizan para controlar a las minorías incluso en países democráticos, a menudo mediante coacción y mentiras, y, generalmente, con financiamiento estadounidense.
Zubrin dice que la falsa ideología detrás de la mala ciencia es el "anti-humanismo". Las personas son parásitos que ponen en peligro
a la Tierra según esta cosmo-visión. La verdad es que "cada hombre nace con un par de manos... y una mente", dijo Zubrin, autor de Merchants of Despair (Comerciantes de la desesperanza).
La dra. Susan Yoshihara dijo al público que durante décadas los investigadores dijeron que la disminución de la fecundidad daría como resultado una mayor paz; "resulta ser que lo opuesto es verdad". La evolución demográfica en Europa y Asia podría tener efectos devastadores en el comercio y en la seguridad nacional, según la experta en relaciones internacionales y autora de Population Decline and the Remaking of Great Power Politics (El descenso demográfico y la transformación de la política de las grandes potencias).
Yoshihara duda que la tecnología pueda reemplazar a la población activa sólida y a los ejércitos suficientemente dotados. Las naciones ya están teniendo dificultades para mantener sus tropas debido a la disminución de la fecundidad y al envejecimiento. Puede que deban atacar ahora, que todavía cuentan con los medios. Los aliados de Estados Unidos en Europa son reacios a respaldar los intereses estadounidenses en materia de seguridad debido al alto costo de los conflictos armados, y esto dará lugar a un mayor unilateralismo por parte de los Estados Unidos.
Jonathan Last, autor de What to Expect When No One’s Expecting (Qué esperar cuando nadie está en la dulce espera) prefiere abordar la "rareconomía" de la disminución demográfica.
El Primer Ministro japonés dijo poco tiempo atrás a los ancianos: "apresúrense a morir". En Japón se venden más pañales para adultos que para bebés. Se han visto lobos en áreas despobladas de Alemania tras 800 años de ausencia. En ese país, existe una superabundancia de prostitutas y no hay suficientes enfermeras, por lo que el gobierno ha estado capacitando a las meretrices para atender al creciente número de ancianos.
Sin inmigración "somos Alemania, somos Europa", dijo Last refiriéndose a los Estados Unidos. No obstante, la inmigración no puede solucionar el problema demográfico estadounidense. Los inmigrantes imitan los hábitos reproductivos del país de destino. El doble de ingresos sin niños es la nueva norma en los países industrializados.
La organización provida Susan B. Anthony List, que sigue la pista del registro de votos de los políticos y los capacita para abordar cuestiones a favor de la vida, patrocinó la conferencia en Washington D.C. la semana pasada.